Déjame Entrar

Empecemos por el principio. Déjame entrar (Título original: Let me in) es una película de origen sueco, dirigida en el año 2008 por el no muy experimentado director Tomas Alfredson. Cuenta la historia de Oskar, un niño rubio maltratado por sus compañeros de colegio. La historia del tímido Oskar se ve alterada cuando conoce a su nueva vecina, Eli. La llegada de la joven Eli coincide con diversas muertes inexplicables en la ciudad. Una serie de consecuencias harán dudar a Oskar de que su nueva vecina es un vampiro. Como buen punto de giro, prevalecerá la amistad.
El por qué de este artículo se resume con una crítica extraida de la página de cinéfilos Filmaffinity:
"Reeves comprende qué fue lo que hizo que la primera película fuese tan aterradora y efectiva y aquí los mismos elementos funcionan de nuevo (...) Aquellos que esperen ver una película de vampiros, serán sorprendidos por una buena película (...) Puntuación: ***1/2 (sobre 4)" (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
Dejando de lado el auge de las películas relacionadas con el tema vampírico, Déjame entrar es simplemente rompedora. El hecho que otorga a este artículo actualidad es la noticia del estreno de su remake americano.
Como no podía ser de otra forma, los águilas de Hollywood cazaron el éxito de este film en 2009, justo un año después de su estreno para, realizando algún que otro cambio a su estilo, volver a llevarla al cine con un presupuesto más elevado. Algo similar a lo que está pasando con la aclamada película Paranormal Activity, o lo ya pasado con la adquisición de los derechos de la española REC*, en la que por respetar, usaron hasta la misma ropa en los protagonistas.
El estreno está previsto en España para el 22 de Octubre y os la recomiendo con todas las de ganar. La mezcla explosiva de una historia de ternura, una fotografía genial y un excelente guión crean un film que no dejará a nadie indiferente. Las primeras críticas avalan que el director ha sabido respetar los puntos clave del thriller psicológico creado en la idea original. Solo queda esperar que sea verdad que conserva la esencia, a pesar del cambio de presencia.
Sin más, espero que la vean y la disfruten. ¡Saludos!
Rafa Blanes.
4 comentarios:
Creo que sobra que repitas tu nombre una y otra vez en el título y al final de las entradas.En estos blogs hace falta un poquito de humildad y no tanto onfalocentrismo.
El único motivo por el cual escribo mi nombre es porque hay más autores y a los seguidores del blog les puede resultar más sencillo identificar quién escribe qué. De todos modos, te doy la razón. Muchas gracias por el comentario. Es algo que no dudaré en corregir.
Cuando escribes una entrada, ya estás identificado con tu usuario, y al final de la misma hay un hueco que dice AUTOR, que se completa automáticamente con tu nombre de usuario.
Desde ya, el error queda corregido. Gracias de nuevo.
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